Vivir viajando: el lujo inmobiliario ahora navega por los océanos

El mercado del real estate de lujo atraviesa un momento de reinvención. Durante años, la exclusividad se medía por proyectos icónicos, amenities premium y servicios personalizados, pero hoy los desarrolladores buscan ofrecer experiencias distintas y movilidad. En este contexto, Crescent Heights presentó Crescent Seas, un proyecto que convierte el crucero Navigator en residencias privadas de lujo, con una inversión de US$70 millones y un viaje inaugural programado para diciembre de 2026 desde Miami.

El concepto permite vivir en todas partes mientras se mantiene la propiedad: el barco recorrerá destinos como la Polinesia Francesa, Madagascar o las Islas Feroe, con 210 residencias privadas que van desde unidades de 30 m² hasta departamentos de 200 m², con precios entre US$750.000 y US$8 millones. Los compradores tendrán derechos plenos de propiedad, incluyendo la posibilidad de habitar, heredar, alquilar o vender su unidad. Las expensas parten desde US$15.000 mensuales para las propiedades más pequeñas, con un gasto mínimo diario en alimentación de US$90 por persona.

La rentabilidad de las unidades depende de la temporada, el destino y la demanda en cada escala. Crescent Seas apunta a un mercado internacional, con especial interés en inversores argentinos, y ya tiene un 20% de su inventario reservado. La primera travesía durará 14 meses, visitando 140 países y con estancias prolongadas en destinos seleccionados por los propios residentes. La operación logística estará a cargo de Apollo Group y Norwegian Cruise Line supervisará la operación técnica.

El proyecto responde a cambios culturales acelerados por la pandemia, promoviendo un estilo de vida donde trabajar desde cualquier lugar y vivir viajando se combinan en una residencia de lujo en alta mar. Crescent Heights planea incorporar una embarcación por año hasta alcanzar una flota de 14 barcos, permitiendo intercambiar residencias entre distintas naves según la ubicación.

Fuente: La Nación